martes, 21 de octubre de 2008

Nadie te arrancacà de mi

Nadie te arrancará de mis pensamientos; El sol dejará de sonreírle, a una tarde de ardiente verano. Las flores dejaran de brotar en primavera y no darán su acostumbrado perfume, en los jardines y en los campos.

Tal vez el océano pierda su azul verdor, al observarlo a la distancia, pero yo jamás te sacaré de mis pensamientos. Y te pasearás triunfante en mi memoria. Nada hará cambiar mi forma de amarte.

Quizá nunca toques mis manos, ni acaricies mis cabellos en una noche, que invite a una intimidad delirante, más mi alma travesara fronteras, y estará allí junto a ti para amarte.

Te amaré hasta el amanecer, hasta dejarte extenuado, lleno de mi amor, de mis caricias y mis besos y lloraré de emoción al sentirte solamente mío.

Permaneceré siempre a tu lado.

Estaré en tus noches tristes, en el susurro del viento por las tardes, cuando creas que la noche ha llegado y todo sea oscuro par ti, estaré en una estrella, alumbrando tu destino para que puedas seguir tu camino.

Clamaré a Dios para que seas feliz, aunque no sea a mi lado y cuando al final hayas encontrado con quien compartir tu vida, me retiraré en forma silenciosa.

Y cuando de vez en cuando quieras recordarme, me encontrarás en el rocío suave de una rosa, o en una gota de lluvia en una tarde cualquiera, o tal vez en la sonrisa de una pareja de enamorados.